Mejor conocida como pintura rupestre, esta modalidad de arte rupestre se caracteriza por utilizar en su preparación sustancias minerales (óxidos de hierro, manganeso, cinabrio, carbón, arcillas), animales (sangre, huevos, grasas) o vegetales (grasas, colorantes). Diversas mezclas se llevaron a cabo para obtener pigmentos que van desde el negro hasta el blanco, pasando por una amplia gama de rojos ocre, naranjas y amarillos.
Estos pigmentos se aplicaron con los dedos (pintura dactilar) o con algún instrumento a manera de pincel. En muchos sitios rupestres es posible reconocer la impronta de los dedos o de la mano completa, lo que sugiere una aplicación directa del pigmento; pero también se advierten trazos muy finos o, por el contrario, áreas muy grandes, que debieron ser realizadas con algún instrumento (pinceles o hisopos). También existe un tipo especial de pintura que se denomina negativa y que se realizó soplando desde la boca el pigmento pulverizado sobre un objeto (por ejemplo, la mano), dando como resultado una imagen de su contorno.
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Pictografía en diversos matices de rojo ocre y naranja (Sibaté, Colombia ). | Pictografía en blanco (Tibirita, Colombia). | |
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Pintura con diversos calibres de trazo, desde muy finos hasta grandes áreas planas. Posiblemente se usaron diferentes instru-mentos. (Mongua, Boyacá, Colombia). | En esta pictografía pudieron utilizarse combinadamente las técnicas dactilar, con instrumento e impronta (La Poma, Soacha, Colombia). |
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